Con esta entrada en particular y con el blog en general queremos guardar homenaje a ese arte, cuya afición por el mismo nos une a todas las personas, independientemente del aspecto físico, cultural o ideológico de cada uno.
Con independencia de los gustos, la música es capaz de transmitir todo tipo de emociones, desde el mayor malestar hasta la más plena felicidad, pasando por todo tipo de sensaciones como angustia, pena, excitación, diversión y añoranza, seguido de un largo etcétera. Y capaz de cambiar tu estado de ánimo con tan solo una canción. Cualidades que son mucho más difíciles de conseguir con cualquier otro arte.
Con apenas dos elementos, el ruido y la palabra, consigue transportarnos a un mundo interior, en ocasiones desconocido hasta por nosotros mismos.
Un poema sacado de una canción del rapero Nach muestra de una manera muy directa y precisa alguna de estas emociones. Está extraído de su canción El Idioma De Los Dioses de su último disco Mejor Que El Silencio y os invitamos a que lo leáis a continuación.
"Si estoy solo tu me acoges eres mi fiel compañía,
me hablas sincera y me esperas cuando empieza el día.
Mi guía, mi faro de Alejandría, si me ves perdido
te miro y elimino la tristeza en un suspiro.
Das sentido a mi existencia, tú desobediencia,
tú, sola presencia merece mi reverencia,
tú me diste un don, fuiste mi espada,siempre encerrada en tu prisión si la inspiración faltaba.
Desde la nada me abrazas, no prohibes ni amenazas
tan romántica y auténtica, tú nunca te disfrazas
como un hada y un verdugo firme escudo en la batalla,
tú, a quién acudo si otros fallan.
Me das retos, aventuras y responsabilidad,
me das éxito y dinero me quitas la intimidad,
me exiges crear, me haces temblar, soñar, me curas
si te veo volar libre entre la voz de un cantautor
eres Ópera y Flamenco, eres todo lo que tengo y te amo,
mientras brotas entre las notas de un piano.
Y me desintegras pintando estas noches negras,
me alegras, me invades, me evades, alejas las tinieblas
y me resucitas siempre, nunca me mientes
impredecible compás cuando te vistes de Jazz,
llegas y me das ógixeno, mi único somnífero
si el mortífero estrés tensa mis músculos, discípulo
de tu inmensa maestría cuando no te conocía,
como podía vivir sin percibir tu melodía
fuiste mía y solo mía en mis horas de miseria,
me levitas y asi evitas que tanto odio me ametralle
tú, si eres Hip-Hop muestras denuncia y carisma,
pero te vistes de clásica y sigues siendo la misma.
Eres tú, mi suerte, eres tú, tan fuerte, eres tú, tú, tan diferente
surges y de repente la vida olvida a la muerte.
Imposible de tenerte si naces de un pentagrama,
si el drama yace en mi cama me abres enormes ventanas,
tu llama jamás se apaga, luz de eterna juventud
cuando lloras punteando una guitarra de Blues.
el compromiso sincero de Marvin Gaye,
la grandeza de John Coltrane improvisando con el saxo,
la mirada niñada en los ojos de Michael Jackson.
Y es que tu son me sedujo, tu luz me dejo perplejo y caí,
reviví como el sol en forma de Soul aren be
bebí de tí el elixir y resistí los golpes,
de Vivaldi hasta Elvis, desde Verdi hasta Jack Berry.
Inmortales piezas musicales hacen que el tiempo se pare,
estallan como bombas provocando ondas letales
de esperanza, de aliento y vida, mi gran amiga
solo tu haces eficaces todas las frases que diga,
mi balanza, mi paz, mi druida, en la fatiga
solo tu haces realidad los sueños que yo persiga.
Y es que sin ti no hay destino, solo piedra y mil caminos,
y bailas conmigo un Vals igual que dos enamorados.
Eres la llave inmortal que abre este mental presidio,
desde Tiste-tutanclan hasta el ójala de Silvion.
Envidio el poder que impones en canciones
despiertas mis emociones, con creaciones de Ennio Morricone.
Sensaciones sin control cuando eres Rock n Roll,
el erotismo de un bemol en la voz de Diana Krall,
el solo de guitarra eléctrica que el silencio rompe,
Te vi dónde todo acaba y Nada Sira con Black Sabbath
respiras vida con la calma que inspira Bob Dylan,
oscilas y posees a James Brown mueves su cuerpo,
junto a Freddy Mercury, Ray Charles jamás habrán muerto.
Y es cierto da igual que suenes con un arpa o un acai,
con la clase de Frank Sinatra o de Barry White.
Eres la métrica enigmática que envuelve mi ser y lo salva,
el idioma con el que los dioses hablan, eres música."
Aquí les dejamos la canción original:
Nach - El Idioma De Los Dioses
Jamás dejéis de escuchar música.











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